domingo, 24 de enero de 2010

PARA UN LECTOR ANONIMO

Dado que no puedo hacerlo de otro modo, escribo esta entrada para conocimiento de una persona que seguro se reconocerá como destinatario.

Para el comunicante anónimo.

Sobre lo que me manifiestas en tu correo, yo no puedo quitarte “tu razón”, pero si tengo que hacerte estas observaciones:

- Soy testigo presencial de multitud de situaciones diametralmente opuestas a la tuya, donde quedaba muy patente el respeto y agradecimiento hacia "esa persona".
- Que nadie está libre de cometer errores, que aún sin quererlo o sin intuir su repercusión pueden provocar gran daño a otras personas.
- Lo que me manifiestas, me hace creer con más firmeza que en nuestra formación como entrenadores de base, debe cobrar más importancia dos cuestiones que creo fundamentales, la dirección de grupo y el trato a los jugadores, seguro que con esto se evitarían muchos de esos errores.
- No sé de los profesores o entrenadores a los que te refieres, pero tanto yo como otros muchos compañeros que conozco, lo que valoramos es el esfuerzo, la constancia y la voluntad de conseguir lo que se quiere, y eso al menos para mi es ser “el mejor”.
- No creo que esa persona sea merecedora del calificativo que le adjudicas en tu correo, piénsalo mejor y quizás te haga bien después de tanto tiempo perdonar sus errores.

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